Lun - Sáb

9:00 - 14:00 y 16:00 - 20:00

Teléfono

(449) 996 91 78

Urgencias

(449) 366 40 54

Ojo seco

¿Qué es el síndrome del ojo seco?

Es una condición muy común en la que el ojo es incapaz de lubricarse de manera adecuada debido a que no produce la suficiente cantidad y/o calidad de lágrimas. Se caracteriza por resequedad de la capa que recubre al ojo, conocida como conjuntiva. También de la córnea. La deficiencia antes mencionada dificulta la eliminación de partículas, cuerpos extraños, bacterias y afecta la calidad de la visión.

¿Cuáles son los síntomas?

Ojo seco leve

Picazón, sensación de resequedad y ardor leves necesidad de parpadear con más frecuencia que se presentan generalmente ante ciertas circunstancias, como la exposición al aire acondicionado y humo de cigarro, entre otras. Puede presentarse también un ligero enrojecimiento.

Ojo seco moderado

Aparecen algunas lesiones superficiales en la córnea y conjuntiva que son imperceptibles a simple vista. Hay sensación de ojos pegados al despertar. Se intensifica el enrojecimiento, la sensación de picazón (referida como arenas), resequedad y ardor. También aumenta la sensibilidad a la luz y la visión se vuelve levemente borrosa, en diversos momentos del día o en condiciones donde se fija mucho la vista por largos periodos.

Ojo seco severo

Los síntomas del ojo seco moderado se intensifican en este nivel y se presentan lesiones más profundas de la córnea y conjuntiva, además de que no se mejoran con la lubricación y se requieren tratamientos complementarios. Puede disminuirse la agudeza visual de manera permanente.

Diagnóstico

  • Medición de la agudeza visual.
  • Examen con lámpara de hendidura.
  • Tinción de diagnóstico de la córnea y la película lagrimal.
  • Medición del tiempo de ruptura de la película lagrimal prueba lagrimal (TRL).
  • Medición de la tasa de producción de lágrimas (prueba de Schirmer).
  • Medición de la concentración de las lágrimas.
  • Examen de glándulas de meibomio.

Tratamiento

  • Administrar lagrimas artificiales.
  • Consumir ácidos grasos omega-3 en la dieta diaria.
  • Usar anteojos o gafas de protección que conserven la humedad en los ojos.

Seguir al pie de la letra las indicaciones del oftalmólogo y acudir a sus citas programadas por él.

Si usted ha sido diagnosticado con el síndrome de ojo seco, o es propenso a padecerlo con base en las causas o factores de riesgo, es recomendable que se apegue a las siguientes recomendaciones:

  • No fumar y evitar el humo del cigarro, el viento directo y el aire acondicionado.
  • Usar humidificadores, especialmente en el invierno.
  • Reducir los medicamentos para el resfriado que contengan vasoconstrictores.
  • Parpadear a propósito más a menudo. Descansar la vista con frecuencia.
  • Moderar la exposición a pantallas como computadoras, monitores o televisión.
  • Utilizar anteojos protectores para nadar.
  • Si se usa lentes de contacto utilizar gotas lubricantes especiales.