¿Qué es el síndrome del ojo seco?
Es una condición muy común en la que el ojo es incapaz de lubricarse de manera adecuada debido a que no produce la suficiente cantidad y/o calidad de lágrimas. Se caracteriza por resequedad de la capa que recubre al ojo, conocida como conjuntiva. También de la córnea. La deficiencia antes mencionada dificulta la eliminación de partículas, cuerpos extraños, bacterias y afecta la calidad de la visión.
¿Cuáles son los síntomas?
Ojo seco leve
Picazón, sensación de resequedad y ardor leves necesidad de parpadear con más frecuencia que se presentan generalmente ante ciertas circunstancias, como la exposición al aire acondicionado y humo de cigarro, entre otras. Puede presentarse también un ligero enrojecimiento.
Ojo seco moderado
Aparecen algunas lesiones superficiales en la córnea y conjuntiva que son imperceptibles a simple vista. Hay sensación de ojos pegados al despertar. Se intensifica el enrojecimiento, la sensación de picazón (referida como arenas), resequedad y ardor. También aumenta la sensibilidad a la luz y la visión se vuelve levemente borrosa, en diversos momentos del día o en condiciones donde se fija mucho la vista por largos periodos.
Ojo seco severo
Los síntomas del ojo seco moderado se intensifican en este nivel y se presentan lesiones más profundas de la córnea y conjuntiva, además de que no se mejoran con la lubricación y se requieren tratamientos complementarios. Puede disminuirse la agudeza visual de manera permanente.
Diagnóstico
Tratamiento
Seguir al pie de la letra las indicaciones del oftalmólogo y acudir a sus citas programadas por él.
Si usted ha sido diagnosticado con el síndrome de ojo seco, o es propenso a padecerlo con base en las causas o factores de riesgo, es recomendable que se apegue a las siguientes recomendaciones: